sábado, 2 de abril de 2011

Comparación y actualidad de Kant

Voy a realizar la comparación entre el formalismo ético de Kant y el emotivismo ético de Hume, porque aunque se trata de pensadores ilustrados, las diferencias entre ambos son notables, como trataré de exponer. El empirismo de Hume lo llevó a pensar que no era la razón el fundamento de la moral, como hasta ese momento habían dado por hecho la mayoría de los filósofos. Según Hume nuestra capacidad racional no nos puede indicar lo bueno y lo malo; según este filósofo el fundamento de la moral se encuentra en los sentimientos. Los juicios morales tienen su origen en las reacciones que nos provocan determinadas situaciones. La teoría de Kant se opone fuertemente a la anterior. No niega por ello el hecho de que el ser humano es algo más que razón, que también está formado por sentimientos, deseos,… pero llega a la conclusión de que los grandes males de la humanidad se han originado por seguir los impulsos y los deseos, por no guiarnos por la razón estrictamente autónoma. La ética de Kant será profundamente racional, se fundamentará en juicios morales que prescinden de los sentimientos e inclinaciones (deseos). Según Kant el progreso del ser humano va a estar ligado exclusivamente al uso de la razón en nuestra manera de actuar.La ética de Hume se clasifica como material, mientras que la de Kant es formal. Las éticas materiales como, por ejemplo, pueden serlo la moral cristiana (ética material espiritual) o la ética hedonista (ética material materialista) se basan en proponer un fin supremo a conseguir, una finalidad, es decir, éstas tienen contenido. La ética formal kantiana es única y sin contenido. Lo que hace moral a una acción es la formal, el modo de realizar esa acción. Podemos decir que la ética de Hume es utilitarista, empírica y a posteriori; mientras que la de Kant es una ética de intenciones, racional y a priori. La ética de Hume presenta juicios particulares basados en la experiencia, al contrario que los juicios kantianos que son universales. Los imperativos de estas éticas que estamos contraponiendo son totalmente diferentes, ya que uno es hipotético (Hume) y otro es categórico, puesto que se hace lo que se debe hacer sin pensar en finalidad alguna. La ética de Hume presenta características de ser heterónoma, ya que la ley viene dada por algo exterior, en este caso, nos basamos en sentimientos y experiencias. La ética de Kant es plenamente autónoma, porque se necesita haber salido de la “minoría de edad” para marcarnos nuestros propios juicios morales, actuando siempre conforme nos dicta la razón. Las éticas materiales, como ya se ha dicho, buscan un fin supremo (en el caso de la ética de Hume la utilidad, el agrado) y nos dicen cómo actuar para conseguirlo. La ética de Kant en cambio se basa en el deber. Para éste no hay ningún objetivo supremo a conseguir, simplemente hemos de obrar por puro respeto al deber. La única acción moralmente válida es la que se hace por deber, nunca contraria al deber ni conforme al deber. Por último, Hume adopta una posición escéptica y agnóstica (ni niega ni afirma la existencia de Dios, pero sí que afirma que no hay posibilidad de conocerlo). Mantiene la posición de imposibilidad de conocer este supuesto ya que nuestro conocimiento está limitado por la experiencia. Kant concibe a Dios como postulado de la razón práctica, aunque al principio mantiene una posición agnóstica. Debemos entender por postulado algo que no se puede afirmar o demostrar pero se hace necesario creer en su existencia, ya que en ello se basa la ley moral. ACTUALIDAD: Pienso que a lo largo de la obra de Kant se tratan con claridad temas de gran importancia en la realidad, en la filosofía y en el general en todos los ámbitos de nuestra vida, ya que la nos habla del deber como una ley objetiva que debemos cumplir por puro respeto a la ley, sin dar cuenta a cuál sea nuestra voluntad; en muchas ocasiones debemos ser un poco más racionales e intentar cumplir la ley, aunque nuestros sentimientos y emociones nos digan lo contrario. Aunque creo que lo realmente bueno sería un equilibrio pleno entre nuestra parte racional y sentimental, sólo así lograríamos convivir en armonía y ser felices, también dando rienda suelta a nuestras emociones y sentimientos, que debemos dejar aflorar en su debido momento. Un tema de actualidad relacionado con la ética kantiana es el actual debate de la aceptación de la eutanasia en nuestra sociedad. Según Kant debemos actuar por deber sea cual sea nuestro sentimiento, nuestras ganas de morir, o las circunstancias trágicas que nos rodeen. En este caso, el deber consistiría en conservar la vida, porque según los imperativos categóricos deberíamos de actual según una ley que se tornara universal para todo el mundo; y si optamos por dejar de vivir, si todo el mundo tuviera la misma actuación, la vida se extinguiría. Aún así, el debate sigue vigente, puesto que hay muchos tipos de enfermedades y las circunstancias, a mi parecer, siempre se tienen que tener en cuenta.

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